Producto de las complicaciones de las últimas horas, el pre candidato presidencial dejó de existir esta madrugada en la Fundación Santa Fe, luego de dos meses y cinco días del atentado contra su vida y de luchar sin descanso por recuperarse.

A la 1:56 de la madrugada de este lunes 11 de agosto falleció en la Fundación Santa Fe de Bogotá el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, luego de permanecer más de dos meses internado en la Unidad de Cuidados Intensivos como consecuencia de un atentado ocurrido el pasado 7 de junio en la localidad de Fontibón.

La institución médica confirmó que el equipo de especialistas trabajó “incansablemente” desde su ingreso, intentando revertir las graves heridas que sufrió. El último parte médico, emitido el sábado 9 de agosto, ya advertía un deterioro significativo debido a una hemorragia en el sistema nervioso central que lo llevó nuevamente a una “condición crítica” y requirió una intervención de urgencia.

El ataque contra Uribe Turbay se produjo mientras encabezaba un acto político en el barrio Modelia. Según testigos y videos, un joven armado se acercó al senador y le disparó tres veces: dos impactos en la cabeza y uno en la pierna. Por la gravedad de las lesiones, fue sometido a múltiples cirugías neuroquirúrgicas y vasculares.

Las investigaciones apuntan a que el autor material, un menor de edad, no actuó solo y que al menos cinco personas más habrían participado en la planeación y ejecución del atentado. La noticia de su fallecimiento ha generado un profundo impacto en la escena política nacional.

Su esposa, María Claudia Tarazona, lo despidió con un emotivo mensaje en redes sociales, recordándolo como “el amor de su vida” y “el mejor papá para Alejandro y las niñas”. Su hermana, María Carolina Hoyos, expresó que confía en que su madre y su abuela lo reciben “con los brazos abiertos” y lo llamó “Miguel de mi corazón”.

Uribe Turbay, de 39 años, era considerado una de las figuras más visibles del Centro Democrático y había ganado protagonismo como precandidato presidencial, con una trayectoria política marcada por su paso como concejal de Bogotá, secretario de Gobierno y senador.

Su muerte deja un vacío en el Congreso y abre interrogantes sobre la seguridad de los líderes políticos en Colombia, en medio de un clima de creciente violencia electoral.