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Tras el rechazo de la ley de financiamiento en el Congreso de la República, el presidente Gustavo Petro ordenó al Ministerio de Hacienda la elaboración de un Plan de Austeridad del Gasto para 2025, lo que ha desatado una ola de controversia tanto en el ámbito político como económico.
En una directiva emitida este lunes, el Mandatario subrayó que el plan tiene como objetivo garantizar la eficiencia en la administración de los recursos públicos y asegurar su uso riguroso y transparente, de acuerdo con la Política de Gestión Pública del Gobierno. La medida llega tras la caída de la reforma tributaria, que pretendía aumentar los ingresos del Estado para financiar proyectos clave.
¿Qué implica el plan de austeridad?
Según Petro, el país se ve ahora en la necesidad de hacer un «mayor esfuerzo» para ajustar el presupuesto, lo que implicará la reducción o eliminación de algunos gastos públicos que no sean esenciales, sin comprometer los servicios básicos del gobierno. El decreto que oficializará el Plan de Austeridad será presentado en los primeros días de enero de 2025.
La directiva también establece que cada entidad pública debe comenzar a elaborar su propio plan interno de austeridad, ajustándolo a las nuevas directrices del Gobierno, lo cual ha generado incertidumbre en los sectores públicos y privados.
Reacciones encontradas
La medida ha sido rechazada por algunos sectores políticos y económicos, quienes la consideran una forma de «recorte indiscriminado» que podría afectar a programas sociales y servicios básicos. Mientras tanto, desde el Gobierno se insiste en que es una respuesta necesaria ante la falta de los recursos adicionales que se esperaban con la ley de financiamiento.
La oposición, por su parte, ha señalado que el rechazo de la reforma tributaria fue producto de la falta de consenso y de un manejo ineficaz del proyecto por parte del gobierno. Sin embargo, el presidente Petro ha insistido en que la austeridad es la única opción viable para asegurar la estabilidad fiscal del país.
Desafíos para el próximo año
El Plan de Austeridad tendrá un impacto directo sobre el presupuesto de 2025 y el futuro de varios programas gubernamentales. Expertos han advertido que, aunque la medida busca mantener el equilibrio fiscal, también puede generar tensiones internas dentro del gobierno, que deberá gestionar la presión por no recortar en áreas sensibles como salud, educación y seguridad.
La situación se complica aún más con el creciente descontento de la ciudadanía, que espera que los ajustes no afecten su bienestar social. En ese sentido, el futuro del Plan de Austeridad se perfila como un tema candente para el comienzo del año y una de las principales pruebas de gestión para la administración de Petro en 2025.
