Un informe del periódico El Tiempo revela este viernes las aclaraciones del gobierno de Estados Unidos sobre la compra del software ‘Pegasus’ para Colombia, en operativos de lucha contra el narcotráfico.
Un nuevo escándalo sacude a la política colombiana tras revelarse que el gobierno de Estados Unidos financió la adquisición del controvertido software espía Pegasus en Colombia. Según fuentes oficiales del gobierno de Joe Biden, que hablaron en exclusiva con El Tiempo, esta compra, realizada en 2021, habría sido parte de una operación secreta destinada a apoyar la lucha contra el narcotráfico en el país, pero sin el conocimiento del entonces presidente Iván Duque.
De acuerdo con la información obtenida, la operación involucró dos pagos de 5.5 millones de dólares cada uno, transferidos en efectivo a Israel, en fechas coincidentes con vuelos privados desde Tel-Aviv hacia la base Antinarcóticos de la Policía en Bogotá. La adquisición fue ejecutada bajo un acuerdo de cooperación que supuestamente pretendía fortalecer los esfuerzos antinarcóticos, utilizando Pegasus para rastrear a narcotraficantes. No obstante, estos fondos, gestionados en secreto, no fueron informados ni al propio Duque ni a su administración, según fuentes de Washington.
El software Pegasus, desarrollado por la firma israelí NSO Group, ha sido objeto de múltiples controversias a nivel mundial por su uso indebido para espiar a periodistas, activistas y opositores políticos. En Colombia, la noticia ha generado gran preocupación, dado que, aunque funcionarios estadounidenses insisten en que la herramienta se utilizó exclusivamente para operaciones contra el narcotráfico, las investigaciones previas en otros países han demostrado que Pegasus ha sido empleado con fines más oscuros.
La primicia llega en un momento delicado, ya que el presidente Gustavo Petro había solicitado recientemente una investigación exhaustiva sobre el uso de este software en el país. Según la información revelada, el uso de Pegasus en Colombia se habría suspendido en 2022, justo antes de la llegada de Petro al poder. Sin embargo, la falta de transparencia en su adquisición y el hecho de que altos funcionarios del gobierno colombiano no estuvieran al tanto, plantea serios interrogantes sobre los verdaderos alcances de esta operación.
Los funcionarios de la administración Biden que proporcionaron esta información recalcaron que, a pesar de los estrictos controles implementados para evitar el uso indebido de Pegasus, la decisión de no informar al presidente Duque fue parte de una estrategia para asegurar la «eficacia operativa» en la lucha contra el crimen organizado. “Este fue un esfuerzo cuidadosamente supervisado, enfocado en objetivos legítimos de seguridad. Nunca fue utilizado para vigilar a figuras políticas colombianas”, aseguraron las fuentes.
Las reacciones no se han hecho esperar. Desde sectores de la oposición colombiana, se ha pedido una auditoría independiente para esclarecer el alcance real del uso de Pegasus en el país y verificar si realmente se limitó a operaciones antinarcóticos. Algunos críticos señalan que el secretismo con el que se manejó esta operación y la exclusión del conocimiento del presidente Duque reflejan una peligrosa falta de transparencia entre los dos gobiernos aliados.
Mientras tanto, el presidente Petro ha dejado claro que su administración investigará a fondo cualquier uso indebido del software, a fin de proteger los derechos de los ciudadanos colombianos. Con las investigaciones ya en manos de la Fiscalía y la Procuraduría, este nuevo giro en el caso Pegasus podría desencadenar repercusiones significativas tanto en las relaciones diplomáticas con Estados Unidos como en la política interna colombiana.
Este es un tema que promete seguir dando de qué hablar en los próximos días, especialmente ahora que se conocen detalles que involucran a dos de los mayores aliados en la región. ¿Fue realmente una operación antinarcóticos o hay algo más que el gobierno estadounidense y el colombiano no han querido revelar?
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